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Uchina Columnウチナーコラム

Seishin Oyama(Presidente de la Asociación Canadiense de Okinawa y de la Federación Panamericana de Okinawa)

2019年12月2日

Seishin Oyama






Desarrollo hasta la actualidad de la Asociación y su Presidencia

Sobre las organizaciones que tengo a cargo, respecto a la de Canadá, existe un término que lo resume, el cual es “Repatriados al Extranjero”, movimiento que empezó en el año 1946, y por el cual se formó en un inicio como una Asociación de los Repatriados. Pero antes del 2° Festival Mundial Uchinanchu del año 1994, la Prefectura llega a considerar que el término "repatriado" puede no encajar en la era actual. Las otras Asociaciones también tienen los términos "Asociación... de Okinawa" u "Okinawa", pero la palabra "repatriar" usada en un inicio, en realidad no es que haya sido colocada por nuestro ex presidente, se debió a que en la época del Reinado de Ryukyu, el gobierno hacía uso cotidiano de dicho término. Es por ese motivo que simplemente lo veníamos usando, pero ante el pedido de cambio de nombre por parte de la Prefectura de Okinawa, fue que dicidimos dejárselo en manos de la misma Prefectura, para finalmente pasar a ser Asociación Canadiense de Okinawa en el año 1994. Entonces el hito en el año 1994, fue justamente el hecho de que se celebraría el Festival Uchinanchu en el año 1995, que mencioné anteriormente. Pero en el primer festival de 1990, hubo casi 3,000 asistentes del extranjero, descendientes de primera y segunda generación. Sin embargo de la misma manera, a pesar que hubo cierto entusiasmo en la primera reunión, las reacciones de los ciudadanos okinawenses no fue la apropiada.  Es decir, hubo un malentendido sobre lo que significa el “Festival Mundial Uchinanchu”, de tratarse de una reunión entre extranjeros y Okinawenses con parentezco o relación sanguínea, surgiendo en un inicio la idea de que no es un festival donde participe el ciudadano okinawense en general. Y por otro lado los participantes del extranjero se preguntaban que hacian sus familiares en el festival. Así se diga que era el festival Mundial Uchinanchu, al no saber el motivo por el cual han venido, en ese sentido, el entendimiento mutuo no fluyó correctamente, no existía la comprensión mutua, simplemente pensaban que vinieron a un evento organizado por la Prefectura de Okinawa. En realidad esto es sumamente bueno, pero surgió la idea de que tal vez el problema partía de nosotros los anfitriones, haciéndonos reflexionar a las distintas cabezas de las Asociaciones y coincidiendo en un mismo punto el cual era, el término “Uchinanchu”. Partiendo de la migración, y siendo el 18 de junio el Día de la Migración, por el lado de JICA, lo celebraban como el día del extranjero, y por nuestra parte en la época del gobierno de Ryukyu, el 18 de junio de cada año, en Kokusai doori (Avenida Internacional) de Naha, en la ciudad de Nago, en la ciudad de Okinawa, y en el pueblo de Yonabaru, un camión llevaba una pancarta, y mediante un altoparlante se repetía uchinanchus del extranjero, por ser un día de agradecimiento, donde okinawa expresa su agradecimiento, sentimiento que los mismos Kenjinkais decían compartir, y porque es algo que hemos escuchado de nuestros antepasados. Sin embargo a medida que ha pasado el tiempo, ésta idea se fue desvaneciendo. Siendo el motivo por el cual nació la idea de crear una organización. Por eso tendría sentido decir que la organización se creó con el fin de animar el 2do festival, tener la oportunidad de revisar el origen de la migración, y con la intención de expresar nuestro agredecimiento fue que el 16 de agosto de 1994 se creó la Federación. En ese entonces se llamó Consejo de la Federación Panamericana de Okinawa, y no Federación Panamericana de Okinawa. El cambio se dió alrededor del año 1996 o 1997.


Actividades en la actualidad

Como mencioné anteriormente, la Asociación Canadiense se creó en 1946, pero este año se cumplen 119 años de la migración okinawense a Canadá, por lo que la Asociación Hawaii también viene interactuando con el estado de Hawái. Sin duda Hawaii es uno de los puntos de origen de la migración, y viene rastreando los 119 años de historia. La conexión entre Okinawa y Canadá empieza por la migración de dos personas hace 119 años, una de la ciudad de Okinawa y otra de la ciudad de Naha. Y estas 2 personas fueron las primeras en ir a Canadá. Canadá es el segundo país más grande del mundo después de la Federación de Rusia y es 27 veces más grande que Japón. En aquel entonces no había cruce de ferrocarril en Canadá, y desde Vancouver hasta el este de Toronto, hay una gran barrera que son las Montañas Rocosas. Por otro lado, la historia inicia, específicamente en 1907, cuando 158 personas emigraron al mismo tiempo, y se dedicaron a construir la vía del ferrocarril, y fueron llamados “hombres de acero”. Antes estos antecedentes, es que existe la Asociación Okinawense, pero en Canadá hay 4 asociaciones, y 1 de ellas está en la ciudad más antigua de Lethbridge, la cual tiene una población de 88,000 personas, y en donde muchos okinawenses han vivido trabajando en la construcción del ferrocarril o con el carbón. Por ello la ciudad de Lethbridge es conocida como el jardín japonés canadiense, en resumen, es un jardín de la amistad, y por ese motivo se construyó un jardín japonés en Lethbridge, donde asistió el Sr. Takamatsumiya, y el Primer Ministro Alberto. Y ese fue el inicio de la conexión entre Okinawa y Lethbridge en Canadá. Luego la migración había sido interrumpida por la guerra, y se supone que al término de la guerra a finales de 1945, la puerta a los inmigrantes debería haberse abierto, sin embargo la migración a Canadá en la posguerra comenzó recién en 1965. Además, los que migraron antes de la guerra eran de tercera generación, y aquellos que migraron en 1965 fueron de primera generación. De esta manera el inicio de la historia de las dos migraciones nace en 1965.
 


Perspectivas a futuro

Es un país que ha aceptado a los inmigrantes como vengo mencionando con anterioridad. Por ejemplo, nosotros, Canadá. Me gustaría expresar mi agradecimiento al gobierno canadiense y al el pueblo canadiense. Gracias al hecho de habernos recibido, una vez que Okinawa quedó en ruinas por la guerra, los migrantes crearon un sistema de apoyo basado en envíar donaciones a Okinawa. Y así como es famosa la historia de envío de cerdos y cabras por parte de Hawaii, Canadá por su parte envió productos de medicina, como penicilina, vitaminas y nutrientes, especialmente dirigo para aquellos que estaban en campos de prisioneros de guerra, que no tenían suficiente comida y morían por desnutrición. Los medicamentos, los nutrientes, por supuesto ropa, así como alimentos enlatados, no solo eran de la primera y segunda generación de descendientes de okinawenses, sino también de los mismos canadienses. Y así nace la historia de envío de donaciones a Okinawa. Entonces, para expresar nuestra gratitud, la Prefectura de Okinawa estableció un sistema de estudio subvencionado por la prefectura y de ese modo ha comenzado a retribuir a Canadá. En 1990, quisimos invitar a los Uchinanchu de todo el mundo a Okinawa. Aprovechar mientras la primera y segunda generación tengan energía. Para ello se llevó a cabo el primer Festival del Uchinanchu. Teníamos el deber agradecer al país canadiense. Afortunadamente, cuando tuvimos la Cumbre de Kyushu-Okinawa en Okinawa, quisimos invitar a los presidentes y primeros ministros de cada país a cierto municipio de Okinawa. Hubo una solicitud de Haebaru-cho, pero originalmente las dos personas que migraron eran de la ciudad de Naha, el registro en la Embajada de Canadá era la ciudad de Naha, pero Haebaru-cho se ofrecía pues contaba con una pista de patinaje sobre hielo y un equipo de hockey, por lo que podría haber conexión con Canadá. Pero si esas eran las únicas razones serían poco sólidas, así que cuando el Sr. Macdonald (Representante de Canadá en la Cumbre) vino a investigar, en la conversación sobre el motivo por el cual se hacia el llamado al Primer Ministro de Canadá, quedó claro que no había problemas y que lo que se quería era agradecer al Primer Ministro y expresarle nuestra gratitud en Haebaru cho. No sólo eso, sino que una vez terminada la cumbre, se podría realizar actividades de intercambios entre las personas y ver si era posible realizar intercambios con personas de empresas privadas, pero especialmente entre jóvenes y niños que serán el soporte en el futuro. Le pregunté al alcalde de Haebaru y se envió a un alojamiento familiar en Hawai, y Canadá alternativamente, logrando enviar 10 estudiantes a los alojamientos familiares para estudiantes internacionales en la ciudad de Lethbridge. Le dije al embajador Edward en ese momento, que tenía una ciudad hermana o de amistad, y mi deseo de corazón de que el vínculo realmente permaneciera en el tiempo. Para lograrlo, le pedí a la Asociación Okinawense en Lethbridge, Canadá, que lo recibiera. Y fue así que se creó el jardín japonés, como monumento conmemorativo de la relación entre Japón y Canadá. Fue una amistad y un lazo de hermandad lo que lo hizo posible. Ese era un gran sueño. Hoy en día a parte de Haebaru-cho, la Prefectura de Okinawa desde el 2007 viene realizado actividades de intercambio mediante el programa llamado “Kaiho Yoshu”, donde estudiantes han sido aceptados por personas en el extranjero. Para el futuro me gustaría crear un puente entre varios países donde se pueda presentar e introducir productos de la prefectura de Okinawa a los diversos paises y viceversa.


Un mensaje para las futuras generaciones Uchinanchus

Lo más importante no es si puedes o no puedes hablar el idioma. El dominio se da con el tiempo. Lo importante es el deseo de ir. Si tienes ganas o no, eso sí es relevante. Hay varias pruebas de selección, y si bien es cierto se cuenta con un sistema que envía únicamente jóvenes destacados, sin embargo esa no es la idea, mi deseo es crear una organización donde los jóvenes con ganas de ir sean prioridad. Por supuesto que es bueno que sean destacados, pero así no lo sean, la voluntad no se consigue estudiando, como persona, la naturaleza humana, eso es infinito. Si es bueno o no, eso no lo sabemos. Pero tener la posibilidad, el deseo de querer ir a ese país, es el punto de partida. Mientras tengas eso naturalmente se abrirá el camino, y por eso siempre les digo a las personas que les doy hospedaje, a las personas que vienen a trabajar en vacaciones, que el dominio del idioma viene después con el tiempo.

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